Saturday, August 19, 2006

JOCOSIDAD ADULADORA Y OTRAS RIDICULESES


Nada más nauseabundo que lidiar tipejos como el Yépez; un solemne huevón cuya encomienda es darle rienda suelta a su estúpida megalomanía y pararse el culo en tertulias literarias.
Un extremo pusilánime que no enfrenta a los que lo critican; prefiere hacerse el desaparecido. Temeroso, oculta la chompeta como la culona avestruz. ¡Ah, pero qué bien chupa la ubre estatal!; y no deja de estar mamando chidamente del presupuesto, gozando como cabrón a costillas de los pagaimpuestos.