Friday, August 25, 2006

EL ESNOGÜIND ENTREVISTA A ERASMO KATARINO YÉPEZ


PREGUNTA:
¿Dónde quedó tu intelectualidad, men?


RESPUESTA:

En mí no puede haber inteligencia porque tengo el cráneo reseco.
Y a propósito de eso, una vez le dije a mi alter ego

—"Ve y consígueme un poco de intelecto".


—"Deja tu absurda y pendeja vida y búscala tú, babosete!"
, me contestó.

Así que yo jamás pude conseguirme una; y durante varios años la busqué y busqué. Luego, convencido de que mi vida estaba marcada por la estupidez y la arrogancia, acabé como un charlatán, como un payaso blanco de cerebro alquilado.



PREGUNTA:

¿Y dónde quedó toda aquella indiferencia que presumías?


RESPUESTA:
Soy un desvergonzado caradura y chupapollas. Y mira nomás qué desfachatez la mía: gorrear becas que es dinero de los contribuyentes. Pedir chichi haciendo como que estoy atacando al sistema. Vivir de becas es peor que pedir limosna. No tengo más opción que rebajarme de esa manera, tanto tiempo lo he venido haciendo. A mi madre no le gusta que trabaje; dice que quiere verme así, tan arrastrado como ustedes me ven. A mí me gusta, por supuesto, ser completamente ruin y parasitario.



PREGUNTA:

¿Te sirvieron tus clases del ridículo gestalt? (corriente sicológica de baja estofa, y que sirve para timar a viejas neuróticas como tú)


RESPUESTA:
La neta, soy un pobre pendejo, tan visible, y únicamente hago muecas grotescas tratando de esconder mi llanto lastimero. Soy un pobre cabrón que ha perdido hasta el último esfínter. Y qué me queda, sino pelear con mis propios fantasmas. Necesito protegerme de mis pinches traumas; contra todas las represiones que traigo en mi mente, repleta de coraje. Siempre busco cualquier estrategia para degradarme; y una ellas es pelear por migajas, o sea robar becas. Siento que soy una pobre caricatura gastada, heredada de mi abyecta familia vale-verga. Me he insultado todo el tiempo y no estoy satisfecho. Uso la mente para confundirme. Soy de lo más bajo, moralmente hablando; y así voy por la vida. Es que vivo de las palabras y no de acciones. Soy una basura. Ese es mi retrato.



PREGUNTA:

¿Porqué odias tanto a quienes te critican? ¿Recuerdas que dijiste que el odio es una especie de amor?



RESPUESTA:

Te lo vuelvo a repetir: la verda es que soy un pendejo acomplejado. Desde que era un niño lo he sido. Crecí en una familia atormentada. Cuando me encuentro a mi padre, el real, me dan ganas de matarlo. Creo que porque estoy enamorado de mi madre. Quiero que ella me confunda con mi padre. No puedo evitar eso, desde que estaba niño así lo siento. Estoy repleto de miedos y de odios.



PREGUNTA:

¿Qué opinas de los ridículos berrinches que haces cuando te avientas espectaculitos como esos de renegar del proyecto de la «Tercera nación» o argüir cretinamente que tú no querías que te publicaran tal libro?



RESPUESTA:

Soy el caso más triste de un miserable masturbador compulsivo. Y tienen razón quienes me describen como lo peor. Cuando dicen cerote, pendejo, mierda, vómito, pus, inmediatamente me siento aludido. Eso lo sé mejor que nadie, y es mi secreto público; y estoy convencido que sólo de esa manera puedo existir. ¿Ya sé han dado cuenta que soy un miserable? Soy el autorretrato de aquel hombre del que todos los blogueros se burlan. Me niego a aceptar que me han convertido en un idiota cuya máscara de aparente indiferencia comienza a caerse por sí sola.



PREGUNTA:

Y por último, ya para concluir. ¿Sabes que estas bien feo y que te huele bien culero el hocico, y ademas escupes cuando hablas?



RESPUESTA:

Sí, ya lo sé. Soy una mierda que no tiene ninguna importancia. El primer mandato de un bato verguero como yo es, precisamente, erigirse en un pedazo de mierda. Hay mierdas que se respetan, yo no soy de esas piezas estercoleras. Ni siquiera sé en qué escusado me cagaron.